miércoles, 8 de febrero de 2017

Chernóbil un posible espacio para crear energía solar 30 años despues.


El 26 de abril de 1986 ocurrió el peor desastre nuclear de la historia, uno de los dos en llevar la infame clasificación grado 7 en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares (Fukushima es el otro): El accidente de Chernóbil.

Se evacuó toda una ciudad; la radiación llegó a, por lo menos, 13 países de Europa central y del este; más de 30 personas murieron en la planta para prevenir una explosión y evitar una mayor catástrofe, se calcula que otras 4000 perecieron víctimas de la radiación y una cantidad incalculable sufre, aún hoy, las secuelas.

Hoy, a más de 30 años del evento, el lugar promete dar un giro – tanto práctico como simbólico – al siniestro, pues, dos compañías chinas tienen planeado construir una planta de energía solar de un gigawatt en 2,500 hectáreas dentro de la zona de exclusión; esta inversión tendrá un gasto aproximado de mil millones de dólares.

“Es un terreno accesible en cuestión de precio y la abundante luz del sol constituye una base sólida para el proyecto, además, las instalaciones de transmisión eléctrica que se mantienen aún en el lugar están listas para ser reutilizadas.”, declaró el ministro ucraniano de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Ostap Semerak.

El  proyecto estará a cargo de una subsidiaria de la compañía Golden Concord Holdings (GLC) y China National Machinery Corporation (Sinomach); la primera, es una de las firmas más grandes en lo que respecta a energías renovables y estará encargada de proveer e instalar los páneles solares, mientras que la segunda, propiedad del gobierno chino, construirá y se encargará de la operación de la planta.

En un comunicado de prensa, GLC manifestó que estima que los trabajos de construcción de la planta solar comenzarán este año, al respecto de las ventajas de la construcción, el director de la compañía, Shu Hua, expresó: “Habrá considerables beneficios sociales y económicos gracias al trabajo de renovación del lugar y al traer energía limpia y renovable. Nos da satisfacción realizar un trabajo de la mano con Ucrania para reconstruir la zona en beneficio de la comunidad.”

A la fecha, ni China, ni Ucrania, han hecho públicas las medidas de seguridad que se mantendrán durante la construcción de la planta de energía solar.

Hasta ahora, la zona de exclusión, incluyendo la ciudad fantasma de Prípiat, se encuentra fuera de los límites para la mayoría de las personas, con actividades agrícolas limitadas en las tierras que aún se consideran contaminadas.

A muchos de los antiguos residentes del área les es permitido realizar visitas – a sus antiguas casas o al lugar de descanso de sus parientes – una o dos veces al año. Incluso, la zona se ha vuelto un curioso punto turístico – con las más altas medidas de seguridad – para las personas que desean ver el resultado del desastre.

Ecologistas que han visitado la zona de exclusión alrededor de Chernóbil afirman que hay abundante vida salvaje en el área, con una considerable población de alces, venados, jabalíes y lobos, lo que parece generar optimismo con respecto a la baja de los niveles de radiación, sin embargo, otros investigadores afirmar que estos aún son considerables debido a la limitada actividad de insectos y la enfermedad de algunos mamíferos pequeños.


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