lunes, 17 de julio de 2017

Cada descalabro es una ocasión para emprender – Ricardo Orrantia Cantú



Generalmente nos cuestionamos si nuestras ideas tendrán algun impacto en nuestro entorno, si generarán los cambios que esperamos o simplemente moverán a nuestra comunidad. Recordemos que muchas de estas ideas exitosas provienen de grandes desastres.

La empresa Bicible, nacida en el corazón de la ahora Ciudad de México, reconocida a nivel nacional y con respaldo de grandes firmas, como SmartFit, Grupo Vimn Américas (MTV, Paramount Channel, Nickelodeon, Acapulco Shore),  entre otras. Su fundador, Oscar San Román, tuvo que vivir una serie de peripecias que lo llevaron a formar este nuevo concepto de publicidad.

De inagotables sueños, San Roman, tras haber concluido su formación profesional y ser un alumno distinguido del Instituto Politécnico Nacional, continuó imperando su espíritu emprendedor que no le dejaba descansar; fue entonces cuando decidió implementar una de sus ideas, ya que, gracias a su espíritu proactivo gozaba de muchas, la cual se centró en un autolavado sin el uso de agua. Una novedad en la ciudad y para promover esta idea dispuso de echar andar en bicicleta su publicidad y distribuirla por toda la ciudad. Curioso fue su caso que tras continuar con su proyecto durante tres años notaron que la gente prestaba más atención en las bicis que usaban para promover que su propio negocio.

Fue entonces, cuando a él se percató que, al acaparar tanta atención, en las bicicletas podría haber una oportunidad para emprender. Lo cual los llevo a fundar Bicible en el año de 2015. Hoy en día Bicible es un éxito y promueve una publicidad sustentable, ya que al usar bicicleta el uso de combustibles fósil de vuelve innecesario y, con ayuda de las nuevas tecnologías, permite conocer la localización de las unidades, así como la distancia recorrida, entre otras muchas funciones, logrando grandes beneficios con poca inversión, al capitalizar con los centros de atención humana para ser más eficientes.

Vemos que la capacidad de los capitalinos y de los jóvenes mexicanos no se encuentra limitado ni fragmentado, sino todo lo contrario a partir de las grandes ideas que terminan en fracaso es posible obtener un área de oportunidad y así poder alcanzar nuevos objetivos.


Por ello, siempre que exista una gran idea esta puede ser una oportunidad y es casi una responsabilidad que estas grandes ideas se lleven a cabo, poner en marcha, aprender a contener las situaciones de incomodidad y la desaprobación, pues sería muy ingenuo creer que nuestro primer intento será el exitoso, como en cualquier situación, la maestría viene del aprender de nuestros errores y emprender significa escalar, y escalar es difícil, cansado, demandante, pero cada paso dado asegura que el siguiente se hará mejor, dejándonos al final una gratificación que forma el carácter, mismo que nos permitirá motivar a los demás a atreverse y buscar tomar esta aventura, en la que cada experiencia otorga justo lo que necesidades, y estos, a su vez en oportunidades de éxito, voltear a ver el camino recorrido y saber que cada piedra nos hizo mejores y formó lo que hoy somos.